«El Tatandi de los musundis» es un libro único en la literatura cubana, fiel heredero de lo que Alejo Carpentier llamó «lo real maravilloso» y por qué no, de ese «realismo mágico» que se encuentra en las novelas de Gabriel García Márquez, todo mezclado con respeto, fidelidad y belleza que lo hacen uno de los testimonios mejor escritos sobre religiones afrocubanas en Cuba. Además de ofrecer un amplio panorama de cómo se desenvuelve «el hampa» en Cuba, a finales del pasado siglo y después de 1959. Este es un libro atrevido que se mete en zonas escabrosas de la marginalidad en Cuba, pero logra salir ileso, demuestra como las religiones africanas también sirven para reeducar al hombre. Los aportes del texto son innegables, nos dona todo el acervo mágico religioso del protagonista, cultura oral que si no se publica se pierde en un tiempo hasta desaparecer. Este es un libro atrevido que se mete en zonas escabrosas de la marginalidad en Cuba, pero logra salir ileso, demuestra como las religiones africanas también sirven para reeducar al hombre. Los aportes del texto son innegables, nos dona todo el acervo mágico religioso del protagonista, cultura oral que si no se publica se pierde en un tiempo hasta desaparecer. Por otro lado de las sociedades secretas Abakuá, aún queda mucho por investigar en Cuba y este testimonio aporta luz sobre muchos aspectos desconocidos que no afloran en otros textos. Aparecen testimonios, transcripciones de las entrevistas realizadas a voces imprescindibles en el Palo Monte como: Susana Reyes, a Marina Montero, a Herminia Torres y Eric Hernández.